Hola, estimados lectores.
Con este editorial cierro un ciclo de trabajo en el cual hemos intentado llevarles con nuestro equipo, artículos interesantes sobre el desarrollo de la química y sus implicaciones con la sociedad. Obviamente nuestra revista seguirá por esa vía divulgativa con el lema de enseñarles que no todo lo que tenga Química es malo como nos enseñó nuestra ilustre editora-fundadora, la profesora Margarita Suárez. Pero todo lo que empieza termina y tenemos la inmensa satisfacción de haber extendido la visión de nuestra publicación más allá de un pobre acceso a aquellos que se mantenían en contacto con la Facultad de Química de la Universidad de La Habana. Ahora tenemos nuestro propio sitio web, que va adelantando los artículos a medida que son enviados a la revista y donde se puede acceder a todos los números de la misma. Además, tenemos links a Facebook y Telegram, lo cual amplia la visibilidad y las posibilidades de colaboración. Sabemos que se puede hacer, que siempre se puede hacer más, pero ahora el nuevo equipo tendrá la tarea de mejorar para que la meta siga siendo lejana y sentirnos siempre motivados a alcanzarla.
En este número 8(1-3), el cual hemos reunido una serie de artículos en un único número anual debido a la drástica reducción de colaboraciones verán ustedes trabajos disímiles. Queremos dejar constancia de que despedimos con tristeza a dos destacados profesores de la Química cubana, Mercedes Fernández de la Facultad de Química de la Universidad de La Habana y Santiago Landazuri de la Universidad de Oriente, ambos pedagogos de la Química con años formando los profesionales de nuestra ciencia que pululan por los centros de investigación e industrias de nuestro país.
Los invito por otra parte a disfrutar de un interesante trabajo sobre no solo el inicio sino mas bien la evolución de la formación doctoral en Química en nuestro país con énfasis en los últimos años, bajo la voz autorizada de un profesor que por muchos años estuvo al tanto de esa actividad en la Comisión Nacional de Grados Científicos del MES. Así mismo, verán una colaboración sobre la COVID-19, a partir de la visión de su autor sobre la relación gobierno-ciencia-empresa, tema recurrente en los últimos números de la revista por la incidencia de la enfermedad en nuestro archipiélago y en el mundo en general. Continuará también la serie sobre los grandes descubrimientos que cambiaron la humanidad, en este caso será el plástico que si bien vino a resolver muchos problemas, ha creado otros tan complejos como sea capaz de imaginarse.
También se podrá leer sobre los agentes duales utilizados para la visualización por resonancia magnéticas de las estructuras de los orgánicas del cuerpo humano en los estudios médicos y de como la química puede ayudar a resolver un problema tan peliagudo como la osteoartirtis, llamada a ser una pandemia silenciosa en este siglo dado el envejecimiento de la población mundial. Finalmente verán una dualidad asombrosa de un químico cuyo nombre y descubrimientos trascienden hasta nuestros días en esta rama del saber pero también porque fue uno de los grandes maestro de nacionalismo musical ruso.
Y así, espero dejarles con el sabor de querer saber más de esta ciencia que no sabemos por qué atemoriza tanto siendo una de las imprescindibles del panorama del saber. Porque si todo lo que tiene Química es malo no hay nada bueno en esta humanidad, donde todo, absolutamente todo tiene que ver con la Química, de una manera u otra, como quizás con ninguna otra ciencia. Por ahí, nos vemos, por el éter, la Internet, los datos móviles, la red, donde quiera que usted quiera saber algo sobre la Química y donde quiera que nosotros nos encontremos para ayudarlo. Un saludo, amigos lectores. Un placer haber trabajado para ustedes todo este tiempo. Se les quiere y seguramente le extrañaremos. Seguimos siendo nuestra mejor vacuna, porque somos nuestras propias decisiones.
Encuentro con la Química 