CONCIENCIA CON CIENCIA: Huellas Digitales de los Elementos Químicos

Por Alejandro Carlos Iglesias Jaime

Estudiante de 5to año de la Facultad de Física, Universidad de La Habana


Una de las características que hace posible el poder diferenciarnos de los demás seres humanos, es la presencia de las huellas dactilares en nuestro cuerpo. Desde jóvenes hemos visto como, identificando una de estas huellas, se logra atrapar al “malo” en una serie policíaca, o en alguna ocasión hemos desbloqueado nuestro Smartphone con un dedo. Estas y muchas otras aplicaciones nos demuestran lo importante que es, para cada persona, poseer un rasgo especial y único que no tenga nadie más.

Pero, ¿qué tal si te dijera que cada elemento químico también posee una huella única, de la misma manera que los seres humanos, que lo hace diferente del resto? Para llegar a tal conclusión debemos desempolvar nuestro viejo libro de física y recordar unas ideas básicas.

La luz que podemos percibir con nuestros ojos se encuentra contenida en el rango de un registro llamado espectro electromagnético. Cada rayo de luz tiene una frecuencia propia la cual se asocia con los colores que conocemos. A modo de ejemplo, el color verde pertenece a un rayo con frecuencia V y el color azul a un rayo con frecuencia A, esto nos quiere decir que cada color que vemos depende de la frecuencia que tenga el rayo de luz que le corresponda.  

¿Qué significa todo esto?

Para poder responder a esta interrogante hagamos un pequeño experimento físico. Necesitaremos: una fuente de luz (una linterna por ejemplo), una placa fotográfica y, por último, un recipiente de vidrio que contenga un gas monoatómico, en fin, cosas que podemos encontrar en nuestras casas. En caso de no tener nada de lo anterior a mano, utilicemos la imaginación.

Colocamos nuestro recipiente entre la placa fotográfica y la fuente, de manera tal que estén alineados todos los elementos. De esta manera la luz proveniente de la fuente atraviesa el recipiente de vidrio, luego sigue su camino y choca con la placa fotográfica. Para nuestra sorpresa el resultado que se obtiene es una placa oscurecida por completo a excepción de un número pequeño de líneas de colores que están separadas unas de otras, ¿qué fue lo que sucedió?.

Debido a que la luz tuvo que atravesar el gas en su camino, este absorbió algunos de los rayos que la componen y dejó que los restantes chocaran con la placa. El color negro en la placa corresponde a los rayos que pudieron pasar a través del gas sin problemas y las líneas de colores corresponden a los rayos que fueron absorbidos por dicho gas.

Imagen tomada de wolfram.com

Este conjunto de líneas se conoce como espectro de absorción, representando una fracción del espectro electromagnético mencionado anteriormente, y a cada elemento de la tabla periódica solamente le corresponde uno. Son muchas las aplicaciones que toman como base este fenómeno, las cuales van desde el poder medir las concentraciones de elementos químicos en un material desconocido, hasta identificar, desde la tierra, la composición química de un cometa sin tener muestras de ellos. Espero que la lectura de este pequeño artículo haya despertado a ese gran investigador que todos llevamos dentro, ese que nos hace preguntarnos el por qué de las cosas ya que: “El verdadero amante de la vida es el científico, pues es el único que se ocupa de descubrir sus misterios”.

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